Hace mucho tiempo, Juan, era un niño que era rico y podía pagar cosas inimaginables pero, en su colegio, siempre hacía trastadas. Como poner pegamento extra fuerte en la silla del profesor, escribir en las paredes "JUAN" y muchas cosas más.
Un día, como jugarreta suprema, iba a ir a el recreo del colegio y poner purpurina por todo el recreo para que así, los niños, se rebolcaran en la purpurina y acabasen llenos de ella.
Lo hizo por la noche, para que no le viera nadie, pero lo que no sabía nadie, era que el director había hablado con un mago para que vigilase el colegio por las noches. Entonces Juan que no sabía nada, fue a el recreo y el mago le pillo. El mago le lanzo un hechizo y fue que Juan se convirtió en purpurina y fue arrastrada por el aire.
Cuenta la leyenda que cada año, después de cada tormenta saliese la nube de purpurina.